Había
una vez dos niños que se fueron de paseo al campo. Una vez allí
encontraron a una mariquita triste. Los niños le preguntaron a la
mariquita que le pasaba. Ella le respondió que se había perdido y
no podía encontrar su casa. Lo único que sabía es que ella estaba
en una hoja que era semejante a su casa. La mariquita enseño la hoja
en la que estaba, que tenía la forma:
Los niños, preocupados por el
pobre animalito decidieron ayudarla a buscar su casa. Para ello
buscaron diferentes hojas y se encontraron con esta hoja:
La mariquita
les explicó a los niños que esa no podía ser su casa, ya que esta
hoja no tenía la misma forma que la anterior. Luego se encontraron
con esta hoja:
pero los niños observaron que tampoco podía ser la casa de la
mariquita ya que ni era alargada ni tenía las mismas proporciones. Buscaron y buscaron hasta que encontraron esta hoja:
La
mariquita se puso muy contenta porque finalmente había encontrado su
morada. Los niños también se pusieron contentos porque habían
conseguido encontrar la hoja semejante.
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